domingo, 13 de febrero de 2011

Emergencia Post Agatha en la Costa Sur de Guatemala

Estimados Amigos

Les ofrecemos un articulo escrito por Oliver Rogers sobre el apoyo que IDR brindó a las comunidades costeras del Pacífico de Guatemala, despues del paso de la Tormenta Agatha, a finales de Mayo del 2010.
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Desastres naturales, crisis y la vida ‘agridulce’ en comunidades de la costa sur de Guatemala


Cada año, los países Centro Americanos están abatidos por los desastres naturales—inundaciones, tormentas tropicales, huracanes, etc., —ocasionando devastación y miseria a miles de personas. Guatemala ha sido uno de los países más afectados: en los últimos 10 años, ha sufrido dos huracanes, Stan y Mitch, tormentas, inundaciones y sequias, resultando en pérdidas de vidas y la economía y daños a la infraestructura, bienes y cosechas.

El Evento Principal: La Tormenta de Agatha


La Tormenta tropical Agatha fue un débil, aunque destructor ciclón tropical en el Este del océano Pacífico al fin de Mayo. Primera tormenta de la temporada de huracanes en el Pacífico oriental de 2010, Ághata se originó en la zona de convergencia intertropical (ZCIT), región ecuatorial donde convergen la humedad tropical y se desarrollan numerosas tormentas eléctricas. Tocó tierra entre México y Guatemala y, mientras que los departamentos de San Marcos y Huehuetenango fueron los más golpeados, la tormenta afligió 90% del país durante varios días, registrando más lluvia de lo que se registra normalmente en todo el mes de mayo.

Ayuda Humanitaria de Emergencia


“Jamás soñábamos que otro gobierno u organización nos ayudarían tanto.” Dona Miriam Roldan

En el contexto de desastres naturales y sus efectos inmediatos de gran escala, que muchas veces supera la capacidad de respuesta de los gobiernos nacionales como fue el caso de Guatemala con Agatha, la ayuda humanitaria de emergencia de otros países juega un rol importante: dar un respiro corto en la vida de familias y comunidades que sufrieron los efectos de la tormenta. Mientras la ayuda de emergencia es asistencialista por responder a necesidades inmediatas, como veremos en el caso de comunidad costera Güiscoyol, puede servir para generar oportunidades de aprendizaje y fortalecer capacidades y procesos de organización al nivel local.


Doña Miriam Roldan Cabrera y el caso de Güiscoyol


La tormenta vino como sorpresa para las comunidades de la costa sur. “Cuando nos dimos cuenta el agua estaba hasta el cinturón…fuimos a la Iglesia para refugiarnos” comenta Miriam Roldan. Los primeros auxilios llegaron relativamente rápido a través de un conjunto de organizaciones gubernamentales (CONRED) y ONGs locales (COG-Manglar) y extranjeras. Sin embargo, Doña Miriam comenta que después, la ayuda se “politizó y se fue por otro lado”.

En el vacío institucional, el comité del casco urbano convocó un comité de emergencia de Güiscoyol, donde participó Asencio Pablo, tesorero del comité y dirigente de COG-Manglar. Como parte de la movilización para coordinar la respuesta comunitaria, Doña Miriam asumió el protagonismo de dirigir los diagnósticos de hogares, visitando 485 casas, evaluando quienes eran los más afectados y que era lo que más necesitaban. “La gente lloró porque les afectó mucho…aquí no hay dinero o trabajo, murieron los animales de la gente—ganado, aves, cerdos, perros—perdimos cosechas, la gente está muy desesperaba.”

La desesperación fue agravada por la incapacidad del gobierno a responder ante la escala del desastre, lo que provocó un llamamiento del gobierno para ayuda internacional. En este contexto, la ayuda humanitaria de Alemania y Diakonie se canalizó a través del IDR y COG-Manglar. “Don Asencio nos reunió para coordinar el proyecto. Pedimos maíz, arroz, frijol, aceite, cubre camas, linternas.”

El costal da hasta 5-6 días de comida para una familia, un pequeño pero importante respiro. Sin embargo, más allá de la entrega de comida, el trabajo de COG-Manglar e IDR busca fortalecer capacidades organizativas al nivel local.

Como comenta Doña Miriam, “nos sentimos satisfechos y contentos por el apoyo, tenemos más capacidad de organizarnos, a responder a una emergencia, ya sabríamos que hacer la próxima vez… ha sido un orgullo para mí ayudar a mi comunidad”.

 
Desarrollo en la zona costera: Una problemática histórico- político-ambiental


En los desastres naturales, los campesinos y sectores más pobres de la sociedad son los más afectados, producto de la precariedad ambiental, y marginalidad y abandono en que viven.

En los últimos años, el cambio geográfico y social ha sido un constante en la Costa Sur de Guatemala. Investigaciones hechas por COG-Manglar, IDR y otras instancias nacionales e internacionales demuestran que los impactos de la Tormenta Ághata no solo son causados por la naturaleza, sino que se agudizan por la acción del ser humano.


La zona marino-costero está compuesta por humedales, manglares, zonas de intermareales etc., ecosistemas complejos y ricos en bio-diversidad que tienen un funcionamiento clave en la estabilización de la línea costera/control de erosión, control de inundaciones, desalinización del agua que ingresa a tierra firme y protección contra tormentas para mencionar algunos aspectos . Los ecosistemas como manglares y humedales tienen también un valor directo para las poblaciones locales, como fuente de seguridad alimentaria, y como referente “social y cultural de las comunidades locales alrededor del cual se ha articulado ancestralmente su vida, su sentido de pertenencia y su identidad”.

Son zonas especialmente sensitivas a cambios ambientales generados por la actividad humana. En Guatemala, comunidades costeras como Güiscoyol están soportando el mayor peso de los efectos del cambio climático, (aumento de frecuencia de eventos climáticos extremos) y la expansión continua de la industria, empresas agroindustriales (azucareros y ganaderos), acuacultura, turismo de gran escala, etc.




Entre el Azúcar y el mar

En el contexto de la costa sur, un impacto cada vez más significante ha sido las medidas tomadas para mitigar las secuelas de un clima cada vez más impredecible por agro-empresas para proteger sus inversiones en palma africana, azúcar. Estas empresas han construido quineles y levantado bordas a la orilla de sus plantaciones, alterando el cauce natural de ríos. Otras prácticas incluyen el uso de bombas para desviar agua en tiempo de sequia o inundación. Cuando antes tardaba días de bajar lluvia en aguas arriba, ahora baja con tanta fuerza que destruye los humedales donde desaguaban la crecida de los ríos, aumentando la gravedad de las inundaciones sobre las comunidades y parcelas campesinas de las zonas bajas.



El impacto humano no es menos grave. La situación se agudiza cada vez más para los habitantes locales, quienes viven cotidianamente los impactos del desarrollo de la agro-exportación, un modelo que les ha traído más pobreza y destrucción ambiental. Sus efectos “encrudecen la situación de pobreza en las comunidades que, a partir de ahora, tendrán no sólo mayores problemas para abastecer su alimento, sino muchos problemas de salud humana y ambiental.” (Rosa María Chan, Directora Propetén 02 07 10)

La expansión de la agro-industria amenaza la sobrevivencia actual de comunidades y ecosistemas costeras, y muchas veces viola los derechos fundamentales de estas comunidades. Más al fondo, denota una contradicción histórica en Guatemala, entre modelos de desarrollo económico—el liberal y neo-liberal y del campesino-indígena de subsistencia—.

El Instituto para el Desarrollo Rural -IDR


En este contexto, el trabajo del IDR tiene varios enfoques: promover el fortalecimiento de capacidades y el empoderamiento de actores locales; abogar para un desarrollo que fortalezca los derechos, identidad y cultura de comunidades; y, impulsar una planificación territorial integrada y sostenible para regular los impactos de la actividad económica tanto en lo socio-económico de las comunidades como en lo ambiental que les genera seguridad.


Historia y fotos por: Oliver Rogers, Instituto de Desarrollo Rural—IDR—Guatemala, Agosto 2010