martes, 29 de noviembre de 2011

Para abordar el desarrollo rural

Estimados amigos de IDR

Les adjunto un articulo aparecido en Siglo21 el dia 29 de nov de 2011, de MarioGarcia, quien comenta la propuesta de las universidades de Guatemala, Landivar y SanCarlos, sobre como abordar el tema del DRI.

Saludos
Elmer Lopez Rodriguez
Director IDR
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Para abordar el desarrollo rural
Mario A. García Lara
mglara@siglo21.com.gt


La pobreza es el principal problema del área rural guatemalteca, y también lo es la baja productividad en el campo. Ambos son las dos caras de una misma medalla, que no es exclusiva de la ruralidad guatemalteca. Muchos expertos en desarrollo, como Abhijit Banerjee, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), sostienen que el combate a la pobreza rural pasa porque la población transite de la actividad agrícola hacia otras actividades donde el empleo sea más productivo, sin que ello implique descuidar la inversión y la productividad en el sector agropecuario. Esta difícil transición es particularmente importante para proteger a los más pobres contra uno de los principales enemigos de su economía: la volatilidad de los precios de los alimentos.


En un mundo caracterizado por esa volatilidad de precios, la actividad agrícola no es el mejor mecanismo para que los pobres se protejan de tales vaivenes. Sin embargo, sacar a los pobladores rurales de sus actividades ancestrales, o sustituirlas con técnicas más productivas, es una tarea política y socialmente compleja, por lo que elevar la productividad en el área rural es uno de los principales desafíos para las políticas públicas en los próximos años.

En ese sentido, es oportuna la reciente propuesta conjunta de las universidades Rafael Landívar (y su instituto de ambiente y recursos naturales —IARNA—) y de San Carlos (y su instituto de problemas nacionales —IPNUSAC—) para abordar el desarrollo rural integral de Guatemala. La propuesta se refiere a la problemática de la pobreza rural, la desnutrición crónica y la degradación ambiental, y al respecto plantea la necesidad de lograr un acuerdo nacional que defina las políticas prioritarias para enfrentar esos retos.

Entre los aspectos positivos de la propuesta destacan el abandono del antagonismo ideológico, como punto de partida para abordar este delicado tema, así como la identificación de varios puntos de convergencia entre la visión economicista del desarrollo rural (que enfatiza el aumento de la productividad) y el modelo de economía campesina (que se centra en el combate a la pobreza) que, hasta ahora, eran vistos como contrapuestos. Tales puntos de convergencia incluyen la búsqueda de la competitividad, la inserción en los mercados mundiales, la subsidiariedad del Estado hacia los campesinos pobres, así como el rol primordial de la inversión privada y de la empresarialidad rural.

Si bien la propuesta de IPNUSAC-IARNA reconoce la posibilidad de construir sobre las convergencias identificadas, recomienda que los vacíos que existen en ambos modelos (economicista y campesino) se llenen en el mediano plazo mediante el ejercicio de una ciudadanía plena de los campesinos, el enfoque territorial de las políticas y el cuidado de la sostenibilidad ambiental, mientras que en el corto plazo aboga por rescatar la política de seguridad alimentaria y nutricional abandonada casi desde su nacimiento en el gobierno de Óscar Berger.

No obstante lo anterior, la propuesta de IPNUSAC-IARNA tiene algunas debilidades que deben solventarse antes de lograr un acuerdo nacional que de verdad sea útil para el desarrollo rural. Por ejemplo, la inclusión de varias políticas polémicas como la concesión de subsidios estatales a los agricultores o la “recuperación” de tierras ociosas, que en otros países no han sido precisamente exitosas. O la curiosa defensa que hace de la iniciativa de Ley 4084, presentada por la UNE durante la actual legislatura, cuando se trata de una ley internamente inconsistente y políticamente inaplicable que resulta perversa, pues, lejos de ayudar al desarrollo rural, desvía la discusión hacia temas ideológicos. Desafortunadamente, la propuesta pone dicha iniciativa de ley (así como la política de desarrollo rural del actual gobierno, igualmente inconsistente e impracticable) como un “piso” para el diálogo (pero, curiosamente, el excelente documento técnico sobre desarrollo rural que el propio IARNA preparó en 2006 en el contexto del esfuerzo del Plan Visión de País ni siquiera se menciona en la bibliografía de la actual propuesta).

Si estas debilidades logran superarse, la propuesta de IPNUSAC-IARNA es un buen punto de partida para lograr una verdadera política de largo plazo para el desarrollo rural que el país reclama con urgencia

viernes, 25 de noviembre de 2011

Hoja de Ruta para el Desarrollo Rural Integral de Guatemala

Estimad@s amig@s de IDR

El 22 de Noviembre 2011 el Presidente aceptó la propuesta de hoja de ruta para implementar la propuesta de DRI para Guatemala que las Universidades de San Carlos y Landivar le propusieron al presidente electo, Otto Perez.

La Hoja de Ruta señala como debe crearse confianza en el pais para que se pueda profundizar en otros temas claves del desarrolo rural de Guatemala.

Por la importancia que tiene este documento y porque el IDR ha participado activamente en este proceso, publicamos el documento integro de la HOja de Ruta que aprobó el presidente el pasado 22 de nov.

Saludos cordiales

Elmer Lopez Rodriguez
Director IDR
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HOJA DE RUTA PARA IMPLEMENTAR LA PROPUESTA DE ABORDAJE DEL DESARROLLO RURAL DE LA USAC Y LA URL


1. Elementos de Contexto

El tema del Desarrollo Rural está posicionado en la agenda nacional. En la campaña electoral recién finalizada tuvo un nivel de importancia que contribuyó a ese posicionamiento. De igual manera, la propuesta que presentaron las universidades USAC y URL añadió atención al tema. El Presidente electo, en su oportunidad, ofreció tomar en cuenta dicha propuesta, que aborda una temática que forma parte fundamental de su Plan de Gobierno. Más recientemente, manifestó su anuencia a escuchar una propuesta que aborde “el cómo” del proceso de implementación, definiendo para ello, una posible hoja de ruta.

La falta de Desarrollo Rural, además de la relevancia nacional que tiene, se ha caracterizado por ser un tema que produce gran conflictividad social y política en el país. La gobernabilidad democrática está amenazada por esta situación. En las actuales condiciones, la resistencia de los sectores empresariales a la iniciativa de ley 4084 aumenta la potencialidad de conflicto Las expectativas encontradas que al respecto existen, así como la conflictividad agraria y socioambiental prevaleciente, requieren de una política de Estado dirigida a lograr, de manera sostenible, el desarrollo integral del país. Sin embargo, la magnitud de la problemática hace necesario un acuerdo nacional que se construya a partir del camino ya avanzado durante los últimos diez años. Contra esta necesidad conspira la ausencia de un liderazgo que conduzca este proceso, dada las desconfianzas existentes. La Presidencia de la República tiene la oportunidad de liderar un esfuerzo de búsqueda de un pacto por el desarrollo rural integral, tal como lo plantean las universidades, pero para ello deberá ganarse la confianza de los actores confrontados, mediante prácticas inmediatas y contundentes.

En las presente notas de plantea una hoja de ruta que está dirigida a generar las condiciones que permitan la creación de esa confianza, mediante un ejercicio de gobierno que en los primeros tres meses demuestre voluntad y capacidad de implementar una política nacional de desarrollo rural integral del país, basada en la propuesta metodológica de las Universidades de San Carlos y Rafael Landívar, así como de liderar un pacto social y político que sustente la acción gubernamental.


2. Elementos de la Hoja de Ruta

2.1 Discurso presidencial

El Presidente declara públicamente, en su discurso de toma de posesión la prioridad que en su gobierno se le dará al desarrollo rural integral y asume la propuesta de abordaje de la USAC y la URL. Plantea que la primera etapa para poder construir un pacto por el DRI es la construcción de confianza hacia el liderazgo presidencial que lo conducirá. El Presidente asume personalmente esa responsabilidad política.

2.2 Se activan dos intersecciones para iniciar el proceso

Para lograr construir confianza, el Presidente asume dos de las intersecciones y los supuestos correspondientes, planteadas por las universidades, las cuales considera particularmente relevantes. Etas son:

1. La economía campesina

2. La inversión privada en territorios rurales

En el primer caso, se trata de impulsar una política pública dirigida a promover la economía campesina para que sea exitosamente excedentaria, generadora de alimentos para revitalizar los sistemas alimentarios locales, y dinamice las economías locales.

En el segundo caso, se trata de promover la inversión privada que cree empleo y pague impuestos, pero que se califique sobre la base de los criterios de sostenibilidad ambiental, equidad en la distribución de la riqueza que produce y respeto a la multiculturalidad que caracteriza Guatemala.

2.3 Se forma Comité de Acompañamiento y Comité Técnico

El Presidente invita a conformar el Comité de Acompañamiento a la Presidencia para construir y promover el proceso de construcción del pacto, constituido por los rectores de URL y USAC.

El Presidente y los rectores nombran un Comité Técnico, constituido de la siguiente manera:

• Un Representante titular y uno suplente de la Presidencia de la República.

• Un Representante titular y uno suplente del Rector de la USAC.

• Un Representante titular y uno suplente del Rector de la URL.

2.4 Presidente constituye dos Comisiones del Organismo Ejecutivo

(i) Objetivos: Estas comisiones tienen el objetivo de diseñar, planificar y operar:

• Un plan de promoción y concreción de la economía campesina, a partir de la activación y adecuación de la actual Política de Desarrollo Rural Integral, PNDRI.

Esta activación y adecuación de la política permitirá tener criterios para promover la promulgación de la ley de desarrollo rural integral (4084).

Paralelamente a la elaboración del Plan, el MAGA deberá proceder a realizar las adecuaciones necesarias, sobre la base de lo ya avanzado, para que la economía campesina efectivamente se convierta en el sujeto priorizado de su política sectorial, para lo cual la atención a dicho actor deberá convertirse en el espacio de articulación de las acciones que efectúen el VISAN y el VIDER, de manera coherente y coordinada.

• Un plan de promoción de la inversión privada en territorios rurales. Este plan deberá desarrollar los contenidos e indicadores que permitan calificar la inversión privada sobre la base de los supuestos que plantea la propuesta de las universidades (sostenibilidad ambiental, equidad en la distribución de la riqueza que se produce y respeto a la multiculturalidad)

(ii) Integración de las comisiones:

• Comisión uno (Economía Campesina): Ministros del Agricultura y de Desarrollo Social, Secretarios de Asuntos Agrarios y de Seguridad Alimentaria.

• Comisión dos (Inversión Privada) : Ministros de Economía, de Ambiente, dek MAGA y de Cultura, y Director de Pronacom.

(iii) Plazos:

• Plazo para elaborar el plan: un mes

• Plazo para iniciar la implementación del plan y tener resultados preliminares: tres meses después de que Presidencia apruebe el plan.

• Plazo para iniciar la adecuación del MAGA para atender la economía campesina: inmediatamente.

4.5 El Presidente podrá asumir alguna (s) otra (s) intersecciones en cualquier momento.

Conforme avance el proceso y cuando el Presidente así lo considere, podrá, en este etapa de construcción de confianza en el liderazgo del Ejecutivo, asumir otras intersecciones

Hasta acá llega esta hoja de ruta. El resto se puede elaborar con más criterios, luego de iniciar la implementación de los planes.

4.6 Convocatoria al Pacto por el DRI, ya cimentado un nivel de confianza.

La Presidencia podrá convocar a la construcción del Pacto por el DRI cuando el nivel de confianza entre los actores esté activado. Este momento lo definirá el Presidente, en consulta con el Comité de acompañamiento (rectores). Esta etapa requerirá la elaboración de otra hoja de ruta.

Guatemala, 22 de noviembre de 2011.

Abordaje del Desarrollo Rural Integral para Guatemala

Estimados amigos de IDR

Adjuntamos un articulo de Tomas Rosada el cual aparecio en PrensaLibre del 10 de noviembre de 2011. Este articulo es un comentario a una propuesta de abordaje que las Universidades de San Carlos y Landivar propusieron a los candidatos a presidentes. El Sr. Otto Perez, ganador de la contienda ofreció darle seguimiento a esta propuesta.

La publicacion en el blog de IDR tiene varias razones. 1. la propuesta ha tenido una gran acogida por los generadores de opinion publica del pais; 2. la propuesta esta en linea con el pensamiento de IDR el cual privilegia la economia campesina como el actor fundamental y sujeto priorizado del campo; 3. el equipo tecnico del IDR participo en la elaboracion de la propuesta.

Asi que dejo con ustedes el analisis de Tomas Rosada.

Saludos cordiales

Elmer Lopez
Director IDR
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Desarrollo rural y la propuesta USAC-URL (parte I)


“(…) queda uno invitado a seguir profundizando en la comprensión de la economía campesina en Guatemala, qué la define, qué impide su desarrollo y cómo puede dinamizarse para que muchos hogares puedan superar su condición de pobreza.”

Sigo con la discusión de la semana pasada, intentando resonar ideas para aprovechar la ventana de oportunidad que parece estarse abriendo para avanzar en una agenda de desarrollo rural. Hoy comparto dos o tres impresiones iniciales al documento “Propuesta para abordar el desarrollo rural integral de Guatemala”, que hace unos días han puesto sobre la mesa las universidades San Carlos y Rafael Landivar.

Después de leerlo me han quedado tres gratos mensajes. Tres valores que quizás no destilan a primera vista, pero que deben realzarse.

El primero es el valor ciudadano del ejercicio. Es un documento que construye, que aporta, que critica pero que también propone. Como solíamos decir en la U hace algunos años: ¡protesta con propuesta! Eso es positivo. Es un mensaje al resto de la comunidad universitaria nacional, para que de vez en cuando se arremanguen las mangas de la camisa y salgan de la torre de marfil a hablarle a un público mucho más amplio que el que solamente puede acceder a sus aulas.

Nuestras universidades tienen que hacer más de esto. La ciudadanía necesita municiones para poder dar la pelea de la auditoría social y la incidencia sobre una clase política que no responde a intereses nacionales ni objetivos de largo plazo.

El segundo valor es eminentemente conceptual – como era de esperarse de dos instituciones de educación superior y de dos equipos de trabajo serios y ampliamente conocidos en nuestro medio –. Ofrece una sintética pero sustanciosa presentación y discusión de dos modelos, dos paradigmas, dos visiones de desarrollo rural: el modelo empresarial y el modelo de economía campesina.

El texto me parece que debiera ser lectura obligada para todos. Incluso para aquellos que no están directamente involucrados en el desarrollo rural. Ayuda a redondear la comprensión de los problemas nacionales. Y a los ciudadanos urbanos con poca exposición a la realidad rural, nos acerca a esa otra mitad del país que usualmente omitimos en el discurso y análisis.

En síntesis, queda uno invitado a seguir profundizando en la comprensión de la economía campesina en Guatemala, qué la define, qué impide su desarrollo y cómo puede dinamizarse para que muchos hogares puedan superar su condición de pobreza.

Finalmente, el tercer valor es de naturaleza política. El texto tiende puentes de encuentro entre visiones que históricamente han estado contrapuestas. Esto es ya un gran valor agregado en sí mismo, sobre todo cuando sucede en una sociedad más acostumbrada a la crítica y la descalificación que a reconocer el derecho al disenso y aprovechar la riqueza que nace en la diversidad de enfoques de desarrollo.

Pero además tiene otra gran virtud política: reconoce el esfuerzo previo, el camino andado. No solamente rescata los puntos positivos de estos dos modelos de desarrollo rural, sino también señala la importancia de seguir avanzando a partir de acciones concretas que el gobierno ya ha tomado. Por ejemplo, la política de desarrollo rural integral y la iniciativa de ley 40 84 para el desarrollo rural integral.

En la coyuntura actual, donde se está cerrando un ciclo político y se abre uno nuevo, y donde además se están redefiniendo prioridades y recursos públicos que deberán hacerse disponibles para el 2012, la pertinencia de este tipo de insumos se amplifica. Sería deseable que el nuevo equipo que hará gobierno, y la clase política en un sentido más amplio, le saquen el mayor provecho posible. Como bien dice uno de los párrafos del documento, es un claro ejemplo de cómo (sic) “la academia puede contribuir en la búsqueda de intersecciones y complementariedades entre los planteamientos que alrededor del desarrollo rural integral se elaboran”.

Confieso que me he quedado “picado”, como decimos en buen chapín. Por razones de espacio será en una siguiente columna cuando discuta algunos puntos más en la parte sustantiva que me parecieron sugerentes y provocadores.

De cualquier manera, desde ya felicito a la USAC y la URL y los invito a seguir ahondando en este tema y otros que conforman la agenda de problemas estructurales en Guatemala. ¡Animo y adelante!

Prensa Libre, 10 de noviembre de 2011

miércoles, 19 de octubre de 2011

La Esperanza de vida de las civilizaciones

La esperanza de vida de las civilizaciones
Preparado por Elmer Lopez Rodriguez
IDR 20 de Octubre de 2011


Después de 200 años de visiones contrastantes entre el pesimismo de Malthus y el optimismo de Godwin, aun está vivo el debate sobre si las innovaciones tecnológicas en la agricultura permitirán la solución a una demanda creciente de alimentos. La dependencia de los sistemas alimentarios al petróleo y la inminente declinación de este producto en los próximos 50 años requiere una reestructuración radical de la agricultura para lograr mantener y mejorar la fertilidad de los suelos agrícolas o el desarrollo masivo de nuevos recursos de energía barata si continuamos dependiendo de los fertilizantes químicos.

¿Cuántos habitantes puede sostener el planeta? es una incógnita aun sin resolverse. De los casi 7,000 millones (7 billones) que al año 2011 existen, aun no se sabe la capacidad de la tierra pero se debe tomar en cuenta la calidad de vida, la calidad del ambiente, y fundamentalmente la calidad de los sistemas alimentarios. Algunos científicos como Ehrlich sostienen que ya sobrepasamos la cifra de tres billones que el planeta puede soportar tomando en cuenta estos factores. Otros dicen que podemos llegar a los 15 billones.

Independientemente de quien tenga la razón, un escenario clave para la sobrevivencia de la humanidad es la reforma de la agricultura tanto industrial como campesina. La agricultura empresarial sacrifica los suelos de calidad para maximizar las ganancias de corto plazo al depender de los fertilizantes y pesticidas químicos. Los campesinos también están destruyendo la base de los suelos agrícolas al poseer parcelas tan pequeñas, que el costo de la infraestructura para mantener, recuperar y enriquecer el suelo agrícola es demasiado caro en el corto plazo.

Tanto en las economías empresariales como campesinas, la sostenibilidad de la productividad agrícola depende de retener y mejorar la fertilidad natural de los suelos. El suelo es un recurso natural renovable solo a escala de tiempos geológicos. A escala de la historia humana, los suelos son recursos no renovables y esto se puede comprobar con la historia de las grandes civilizaciones, como la romana, la egipcia, o la maya, que colapsaron al mismo tiempo que colapsó su recurso natural más importante pero invisible a los ojos de los políticos de su tiempo.

El suelo es un bien fundamental para el desarrollo de nuestra civilización y esto requiere de instituciones que puedan lanzar estrategias de largo plazo y planes para frenar la incesante erosión, que origina uno de los mayores problemas de nuestro país que es la desertización. Cerca del 31% de las tierras del país están en ese camino y hoy por hoy son suelos que han perdido capacidad para producir y están abandonados perdiendo el suelo cada vez que hay una lluvia.

Los subsidios agrícolas para el campesino deben incluir el manejo, recuperación y enriquecimiento de los suelos agrícolas. Esta política es hibrida y virtuosa al lograr la mejora de los sistemas alimentarios locales por un lado pero por otro, al lograr la estabilización de los suelos que hoy están yendo a parar a los ríos, lagos, y finalmente al mar. Muchos de estos recursos, principalmente los lagos y lagunas se estan perdiendo por sedimentacion y eutroficacion. Las represas tambien tienden a colapsar al sedimentarse.

Asi que sin duda, la esperanza de vida de las civilizaciones esta marcada por la perdida de un recurso no renovable a escala de historia humana como lo es el suelo agricola.

Vamos a repetir la historia?

Principal fuente:

Montogomery, David. 2007. Dirt. The erosion of civilizations. University of California Press. USA. 285p.

sábado, 15 de octubre de 2011

Los sistemas alimentarios

Los sistemas alimentarios


Por: Elmer López Rodríguez
Director IDR
Guatemala, 14 de Octubre de 2011

Michael Bomford , especialista de la Universidad del Estado de Kentucky escribió un artículo que me pareció interesante por su enfoque en el tema del sistema alimentario de los Estados Unidos y su relación con el carbón. Aquí presentó las ideas de Bomford como base para plantear lo que en Guatemala deberíamos de hacer.

Las plantas usan la energía del sol para transformar el dióxido de carbono en cadenas orgánicas de carbono ricas en energía y como subproducto liberan el oxigeno el cual después de millones de años de acumulación, ha hecho posible la vida en nuestro planeta tal como hoy la conocemos. La fotosíntesis es la responsable de esta fabricación de energía y también de los grandes depósitos de carbón en forma de petróleo que hace millones de años fueron bosques y dinosaurios. Los alimentos, producto original de la fotosíntesis, son el combustible del ser humano: cadenas de carbón cargadas de energía que nos dan la vida diaria.

Cuando el ser humano inició su carrera civilizatoria, los alimentos se tomaban de la naturaleza sin ningún otro valor agregado más que el esfuerzo por recolectarlo o cazarlo y comerlo. Los sistemas alimentarios dependían de lo que la naturaleza podía proveer.

Según Bomford, en la actualidad, el sistema alimentario de los Estados Unidos es dependiente de los combustibles fósiles y por cada 100 barriles de combustibles fósiles que utiliza, 10 son usados para los insumos en la granja productora tales como combustibles, fertilizantes, pesticidas y maquinaria; 10 para el proceso productivo de los alimentos en la granja; 10 para el transporte de los alimentos del punto de la producción al punto de consumo; 40 para el proceso, empaque y venta de los alimentos; 30 para hacer funcionar las refris donde se guardan los alimentos, estufas para cocinar y otros aparatos usados en la cocina para preparar alimentos. En conclusión, el 80% de la energía fósil usada para que el alimento sea producido y llegue a las mesas, es usada después de que los alimentos salen de la granja productora.

En una sociedad como la guatemalteca tenemos al menos dos sistemas alimentarios. El de los campesinos, que se acerca a una producción sostenible, poco dependiente de los combustibles fósiles; por otro lado el sistema alimentario de las ciudades, que se parece a la de los Estados Unidos.

Para entender cómo llegamos hasta este nivel de dependencia, daremos un repaso a las etapas de la sociedad relacionadas con el carbón. Las civilizaciones han encontrado acumulaciones de carbón, el cual ha sido usado para dar los saltos cualitativos de la humanidad a lo largo de su historia. Se pueden contabilizar cuatro revoluciones humanas totalmente vinculadas con el uso del carbón.

La primera gran revolución tiene que ver con la agricultura y el aumento de las cosechas usando la expansión de tierras. Aquí lo que funciona es la relación Carbono-Nitrógeno del suelo. Cuando esta relación, y en general el ciclo biogeoquímico se pierde, es necesario buscar otros suelos. Con la llegada de la urea y demás fertilizantes, este equilibrio se complementó con este químico para dar lugar a una nueva revolución. La relación carbono nitrógeno de los suelos pasó a un segundo plano y la calidad de los suelos se pierde sin importar las consecuencias.

La segunda revolución se logró con el uso del carbón proveniente de los bosques en forma de leña, madera para la construcción, y como fibra para la producción de papel. La pérdida de los bosques sigue siendo un flagelo para el planeta.

La tercera revolución del carbón llegó cuando se descubrió el uso del carbón mineral y el advenimiento de la máquina de vapor que creó la revolución industrial a finales del siglo XVIII. La revolución industrial aceleró la destrucción de los recursos naturales como los bosques porque servían para la producción de madera y de pulpa para la gran demanda de papel por la invención de la imprenta. El carbón sigue jugando un papel importante pero no tanto como el petróleo que lo ha desplazado en la era postmoderna.

La cuarta revolución inicio con el descubrimiento del petróleo y los motores de combustión interna. El petróleo como fuente de carbón, cambió a la humanidad al convertir todo, principalmente los sistemas alimentarios en dependientes de esta energía.

Hasta hoy ya no hay otro depósito de carbón reconocido y los últimos depósitos de petróleo y carbón mineral actualmente descubiertos no podrán sostener el ritmo de uso por más de 50 años.

Así que estamos a unos pocos años de iniciar el ciclo de declinación de la cuarta revolución y no hay indicios de una nueva revolución con nuevas reservas. La sociedad post carbón, como le llaman algunos es una mezcla de tecnologías que llevarán a usar de mejor manera el carbón aún remanente en los suelos y los bosques. Los territorios que aun tengan estos recursos estarán mejor preparados para el futuro.

Cuando hablamos de la sociedad post carbón, nuestra mente piensa automáticamente en los vehículos y qué pasará para movernos en un mundo sin carbón fósil disponible. La realidad es que los sistemas alimentarios también colapsarán y eso es hoy muy claro al ver como los precios de los alimentos se comportan siguiendo los precios del petróleo. ¿Qué pasará con los sistemas alimentarios globales en la transición para llegar a la sociedad post carbón?

En Guatemala, las tecnologías más usadas para la producción de alimentos son los fertilizantes, los pesticidas y el riego. El suelo no es tomado en cuenta como insumo fundamental y la pérdida ha ocasionado que el 31% de todo el territorio este degradado por la erosión, que está causando también desertización. Estos suelos deben recuperarse y la única manera es con la agroecología.

Una sociedad post carbón necesita de los suelos y de los bosques para su desarrollo y esto solo se logrará si hoy conservamos lo más valioso: nuestros suelos agrícolas y los bosques. Los suelos agrícolas pueden recuperarse con la conservación y manejo de los suelos, principalmente de los suelos de laderas.

La conservación de suelos es una infraestructura de interés público en tierras privadas. Un suelo conservado no irá a parar como sedimento a los embalses de las hidroeléctricas, o a los ríos, lagos o finalmente al mar. Esto hace que el beneficio final sea público. Pero a nivel privado, un suelo agrícola es la base para la producción sostenible. Junto a otros elementos como la mejora de semillas y el riego, la producción agrícola puede ser más productiva y estaremos mejor preparados para la gran interfase de la producción post carbón, en donde los precios de los alimentos se tornaran en una gran ventaja para los que puedan producirlos a bajos costos, es decir, sin el carbón fósil. Para una sociedad dependiente del carbón del petróleo, los precios altos serán una amenaza.

viernes, 7 de octubre de 2011

La sostenibilidad social

Estimados amigos
Poco se ha escrito sobre la sostenibilidad social. Aprovecho para compartir un interesante articulo sobre el tema que aparecio en el documento titulado: The Postcarbon Reader. Managing the 21st century´s sustainable crises.

Saludos cordiales.
Elmer Lopez Rodriguez
IDR.
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Definiendo la sostenibilidad Social


Por: Jesse Dillard, Veronica Dujon y Mary King Miembros de la Universidad del Estado de Portland.

Traducción libre: Elmer López Rodríguez

La sostenibilidad es a menudo entendida como compuesta de tres metas mutuamente dependientes y traslapadas.

a) Vivir de una manera que sea ambientalmente sostenible o viable en el largo plazo.

b) Vivir de una manera que sea económicamente sostenible, manteniendo los estándares de vida en el largo plazo, y

c) Vivir de una manera que sea socialmente sostenible, ahora y en el futuro.

A la fecha, las preocupaciones por la sostenibilidad ambiental y económica han eclipsado los esfuerzos para entender los aspectos sociales de la sostenibilidad. Como ha sido anotado por varios autores, pensar en el aspecto social de la sostenibilidad ha sido relativamente ignorado y por lo mismo, el menos desarrollado de los tres conceptos anteriormente mencionados.

Sin embargo, un número cada vez más grande de personas están tratando de integrar las preocupaciones sociales en sus trabajos de sostenibilidad, tanto en la teoría como en la práctica. Esa antología provee una guía para desarrollar un campo de pensamiento desde una variedad de perspectivas.

A la fecha no existe consenso o aun una definición de lo es que es sostenibilidad social. Polese y Stren (2000), describiendo los hallazgos de la UNESCO sobre el proyecto “sostenibilidad social de las ciudades”, identifican la sostenibilidad social como “políticas e instituciones que tienen el efecto total de integrar diversos grupos y prácticas culturales de una manera justa y equitativa”

Muchos analistas han seguido a Robert Putnam (2007) en una exploración del “capital social”, establecido por el Banco Mundial y otros, como lo consistente en “las normas y las redes que permiten la acción colectiva”. Los investigadores trabajando en esta línea han entendido al capital social como la resultante de la participación en las instituciones cívicas. Se presume que la sostenibilidad social debe requerir que el capital social sea mantenido a niveles “sostenibles” para las futuras generaciones, quizá, requiriendo apoyo social de efectivas instituciones cívicas para este fin.

La mayoría de esfuerzos empresariales hacia la sostenibilidad interpretan la sostenibilidad social como caridad, llevada a cabo como un acto de relaciones públicas. Estas son “políticas que motivan a la voluntariedad e involucramiento comunitario y al desarrollo de las comunidades locales” (Tayllor, S, 2003). De acuerdo a un estudio llevado a cabo por PricewaterhouseCoopers (2002) en grandes compañías de USA, 75% de estas firmas que respondieron al estudio, estaban implementando alguna práctica de sostenibilidad en sus negocios, sin embargo, relativamente pocas estaban siguiendo el brazo social del trípode de la sostenibilidad (lenguaje corporativo para definir los objetivos financieros, ambientales y sociales como organización). Allí donde los negocios están atendiendo la parte social de la sostenibilidad, ellos interpretan esto como parte de la filantropía corporativa y algunas veces como políticas para apoyar a los empleados a alcanzar el balance “familia/trabajo” o para evitar el cansancio en la oficina.

En círculos de planificación urbana, el entendimiento tripartito de sostenibilidad es algunas veces referido como las 3E´s (en Ingles: environment, economy and equity): Ambiente, económica y equidad. La sostenibilidad social es concebida como una equidad, sin mucho pensar en qué se requiere para lograr la equidad o si equidad por sí misma es suficiente para lograr la sostenibilidad social.

Una definición más satisfactoria de la sostenibilidad social es proveída por Harrys y Goodwin: “un sistema socialmente sostenible debe alcanzar justicia (igualdad) en la distribución y las oportunidades, adecuada provisión de servicios sociales, incluyendo salud y educación, equidad de género y participación y responsabilidad política (PricewaterhouseCoopers, 2002) A pesar de ser más sólida, esta definición aun le falta los procesos sociales requeridos para alcanzar la sostenibilidad económica y ambiental que les preocupa a la mayoría.

Los economistas ambientales han enfocado su atención sobre los temas de derechos de propiedad, con la idea de que más claridad sobre la propiedad facilita un mejor manejo ambiental. Sin embargo, las instituciones sociales favorables a mejores resultados en temas ambientales vinculados a los derechos de propiedad pueden tener consecuencias sociales adversas. A menudo estas consideraciones sociales están ignoradas, como en el caso de ecologistas que puntualizan las ventajas ecológicas de un manejo colectivo de un grupo de recursos sin tomar en cuenta que la gobernanza del grupo no es democrático, sino que empodera solo una pequeña porción de la comunidad (Alcorn & Toledo, 1998).

Consecuentemente, varias contribuciones para entender las dimensiones sociales de la sostenibilidad usan una definición de trabajo de los aspectos sociales de la sostenibilidad desarrollados con el tiempo en algunos seminarios:

Las dimensiones sociales de la sostenibilidad deberían ser entendidas como

a) Los procesos que generan salud social y bienestar ahora y en el futuro, y

b) Aquellas instituciones sociales que facilitan la sostenibilidad económica y ambiental ahora y en el futuro.

Los procesos son un medio y un fin de la sostenibilidad social. Sin duda, para los aspectos sociales de la sostenibilidad en particular, los procesos suelen ser a menudo más importantes que los resultados. Por ejemplo, altas tasas de alfabetismo alcanzados por una ciudadanía involucrada en un proceso planificado democráticamente, como en Kerala, India, puede ser más sostenible socialmente que aun tasas más altas de alfabetismo alcanzadas en un sistemas autoritario.

A pesar de todo, una adecuada definición de trabajo de los aspectos sociales de la sostenibilidad representa solo el primer paso en desarrollar un mejor entendimiento del concepto.

Bibliografia

Polese, M; y Stren, R. 2000. The social sustainability of cities: diversity and the management of change (Totonto: University of Toronto Press) 229p.

Putman, R. 2007. Bowling alone: The collapse and revival of American community; World Bank, Social Capital Initiative.

Taylor, S. 2003. The human resources side of sustainability. Presentation at Portland State University.

PricewaterhouseCoopers, 2002. Social Sustainability Survey Report, 2002.

Harris, J; & Goodwin, N. 2001. A survey of sustainability development: social and economic dimensions. Washington DC. Island Press.

Alcorn, J & Toledo, V. 1998. Resilient resource management in Mexico´s forest ecosystems: The contribution of property rights. Cambridge UK: Cambridge University Press.

Isaac, T & Franke, R. 2002. Local democracy and development: The Kerala people´s campaign for decentralized planning.

lunes, 7 de marzo de 2011

Rol del campesinado en el desarrollo

Estimados colegas y amigos del IDR

Encontre un comentario que adjunto, de un colega guatemalteco sobre la participacion de la economia campesina en el mundo desarrollado. Los invito a que lo lean.

He estudiado las economias campesinas en diferentes contextos y los resultados de  la "via Campesina" como esfuerzo articulador de la vision politica desde los campesinos, tiene grandes potenciales para ser una alternativa mundial para la salud del planeta, en estos tiempos de desigualdad y de cambio climatico.  Sin embargo, posiciones como las del colega, no pueden pasar por alto, sabiendo que estas posiciones son las que dominan las instituciones publicas de nuestros paises.


Comentario de un profesional guatemalteco sobre el rol de los campesinos en el mundo desarrollado:
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"La economía campesina nunca generará desarrollo (es una forma productiva que se generó a finales del esclavismo, tiene su auge en el feudalismo, y en el capitalismo a medida que una economía se desarrolla desaparece), entonces la pertinencia de la descampesinización para llegar a empresas asociativas, también faltan reflexiones sobre los usos productivos del ambiente (hidroenergía, ecoturismo, aprovechamiento sostenible de los derivados del bosque –maderables y no maderables-, y pago de servicios ambientales), y la pertinencia de iniciar procesos de desagrarización de la economía rural (alargamiento de cadenas productivas agrícolas –procesamiento, comercialización y servicios colaterales). En todo caso existe un debate al que se debe entrar lo más pronto que sea posible".


Una reflexión adicional interesante es que si lo que debe protegerse es la biodiversidad in situ o el capital natural para poderlo aprovechar de manera sostenible en beneficio de toda la sociedad, en especial de los más pobres y que para ello se necesita facilitar procesos de inversión.
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Les agradezco comentar este planteamiento.

Saludos cordiales

Elmer Lopez
IDR

domingo, 13 de febrero de 2011

Emergencia Post Agatha en la Costa Sur de Guatemala

Estimados Amigos

Les ofrecemos un articulo escrito por Oliver Rogers sobre el apoyo que IDR brindó a las comunidades costeras del Pacífico de Guatemala, despues del paso de la Tormenta Agatha, a finales de Mayo del 2010.
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Desastres naturales, crisis y la vida ‘agridulce’ en comunidades de la costa sur de Guatemala


Cada año, los países Centro Americanos están abatidos por los desastres naturales—inundaciones, tormentas tropicales, huracanes, etc., —ocasionando devastación y miseria a miles de personas. Guatemala ha sido uno de los países más afectados: en los últimos 10 años, ha sufrido dos huracanes, Stan y Mitch, tormentas, inundaciones y sequias, resultando en pérdidas de vidas y la economía y daños a la infraestructura, bienes y cosechas.

El Evento Principal: La Tormenta de Agatha


La Tormenta tropical Agatha fue un débil, aunque destructor ciclón tropical en el Este del océano Pacífico al fin de Mayo. Primera tormenta de la temporada de huracanes en el Pacífico oriental de 2010, Ághata se originó en la zona de convergencia intertropical (ZCIT), región ecuatorial donde convergen la humedad tropical y se desarrollan numerosas tormentas eléctricas. Tocó tierra entre México y Guatemala y, mientras que los departamentos de San Marcos y Huehuetenango fueron los más golpeados, la tormenta afligió 90% del país durante varios días, registrando más lluvia de lo que se registra normalmente en todo el mes de mayo.

Ayuda Humanitaria de Emergencia


“Jamás soñábamos que otro gobierno u organización nos ayudarían tanto.” Dona Miriam Roldan

En el contexto de desastres naturales y sus efectos inmediatos de gran escala, que muchas veces supera la capacidad de respuesta de los gobiernos nacionales como fue el caso de Guatemala con Agatha, la ayuda humanitaria de emergencia de otros países juega un rol importante: dar un respiro corto en la vida de familias y comunidades que sufrieron los efectos de la tormenta. Mientras la ayuda de emergencia es asistencialista por responder a necesidades inmediatas, como veremos en el caso de comunidad costera Güiscoyol, puede servir para generar oportunidades de aprendizaje y fortalecer capacidades y procesos de organización al nivel local.


Doña Miriam Roldan Cabrera y el caso de Güiscoyol


La tormenta vino como sorpresa para las comunidades de la costa sur. “Cuando nos dimos cuenta el agua estaba hasta el cinturón…fuimos a la Iglesia para refugiarnos” comenta Miriam Roldan. Los primeros auxilios llegaron relativamente rápido a través de un conjunto de organizaciones gubernamentales (CONRED) y ONGs locales (COG-Manglar) y extranjeras. Sin embargo, Doña Miriam comenta que después, la ayuda se “politizó y se fue por otro lado”.

En el vacío institucional, el comité del casco urbano convocó un comité de emergencia de Güiscoyol, donde participó Asencio Pablo, tesorero del comité y dirigente de COG-Manglar. Como parte de la movilización para coordinar la respuesta comunitaria, Doña Miriam asumió el protagonismo de dirigir los diagnósticos de hogares, visitando 485 casas, evaluando quienes eran los más afectados y que era lo que más necesitaban. “La gente lloró porque les afectó mucho…aquí no hay dinero o trabajo, murieron los animales de la gente—ganado, aves, cerdos, perros—perdimos cosechas, la gente está muy desesperaba.”

La desesperación fue agravada por la incapacidad del gobierno a responder ante la escala del desastre, lo que provocó un llamamiento del gobierno para ayuda internacional. En este contexto, la ayuda humanitaria de Alemania y Diakonie se canalizó a través del IDR y COG-Manglar. “Don Asencio nos reunió para coordinar el proyecto. Pedimos maíz, arroz, frijol, aceite, cubre camas, linternas.”

El costal da hasta 5-6 días de comida para una familia, un pequeño pero importante respiro. Sin embargo, más allá de la entrega de comida, el trabajo de COG-Manglar e IDR busca fortalecer capacidades organizativas al nivel local.

Como comenta Doña Miriam, “nos sentimos satisfechos y contentos por el apoyo, tenemos más capacidad de organizarnos, a responder a una emergencia, ya sabríamos que hacer la próxima vez… ha sido un orgullo para mí ayudar a mi comunidad”.

 
Desarrollo en la zona costera: Una problemática histórico- político-ambiental


En los desastres naturales, los campesinos y sectores más pobres de la sociedad son los más afectados, producto de la precariedad ambiental, y marginalidad y abandono en que viven.

En los últimos años, el cambio geográfico y social ha sido un constante en la Costa Sur de Guatemala. Investigaciones hechas por COG-Manglar, IDR y otras instancias nacionales e internacionales demuestran que los impactos de la Tormenta Ághata no solo son causados por la naturaleza, sino que se agudizan por la acción del ser humano.


La zona marino-costero está compuesta por humedales, manglares, zonas de intermareales etc., ecosistemas complejos y ricos en bio-diversidad que tienen un funcionamiento clave en la estabilización de la línea costera/control de erosión, control de inundaciones, desalinización del agua que ingresa a tierra firme y protección contra tormentas para mencionar algunos aspectos . Los ecosistemas como manglares y humedales tienen también un valor directo para las poblaciones locales, como fuente de seguridad alimentaria, y como referente “social y cultural de las comunidades locales alrededor del cual se ha articulado ancestralmente su vida, su sentido de pertenencia y su identidad”.

Son zonas especialmente sensitivas a cambios ambientales generados por la actividad humana. En Guatemala, comunidades costeras como Güiscoyol están soportando el mayor peso de los efectos del cambio climático, (aumento de frecuencia de eventos climáticos extremos) y la expansión continua de la industria, empresas agroindustriales (azucareros y ganaderos), acuacultura, turismo de gran escala, etc.




Entre el Azúcar y el mar

En el contexto de la costa sur, un impacto cada vez más significante ha sido las medidas tomadas para mitigar las secuelas de un clima cada vez más impredecible por agro-empresas para proteger sus inversiones en palma africana, azúcar. Estas empresas han construido quineles y levantado bordas a la orilla de sus plantaciones, alterando el cauce natural de ríos. Otras prácticas incluyen el uso de bombas para desviar agua en tiempo de sequia o inundación. Cuando antes tardaba días de bajar lluvia en aguas arriba, ahora baja con tanta fuerza que destruye los humedales donde desaguaban la crecida de los ríos, aumentando la gravedad de las inundaciones sobre las comunidades y parcelas campesinas de las zonas bajas.



El impacto humano no es menos grave. La situación se agudiza cada vez más para los habitantes locales, quienes viven cotidianamente los impactos del desarrollo de la agro-exportación, un modelo que les ha traído más pobreza y destrucción ambiental. Sus efectos “encrudecen la situación de pobreza en las comunidades que, a partir de ahora, tendrán no sólo mayores problemas para abastecer su alimento, sino muchos problemas de salud humana y ambiental.” (Rosa María Chan, Directora Propetén 02 07 10)

La expansión de la agro-industria amenaza la sobrevivencia actual de comunidades y ecosistemas costeras, y muchas veces viola los derechos fundamentales de estas comunidades. Más al fondo, denota una contradicción histórica en Guatemala, entre modelos de desarrollo económico—el liberal y neo-liberal y del campesino-indígena de subsistencia—.

El Instituto para el Desarrollo Rural -IDR


En este contexto, el trabajo del IDR tiene varios enfoques: promover el fortalecimiento de capacidades y el empoderamiento de actores locales; abogar para un desarrollo que fortalezca los derechos, identidad y cultura de comunidades; y, impulsar una planificación territorial integrada y sostenible para regular los impactos de la actividad económica tanto en lo socio-económico de las comunidades como en lo ambiental que les genera seguridad.


Historia y fotos por: Oliver Rogers, Instituto de Desarrollo Rural—IDR—Guatemala, Agosto 2010




lunes, 31 de enero de 2011

REDSAG Y POSICION DE SOBERANIA ALIMENTARIA

Compartimos con los amigos de IDR la posicion de la REDSAG sobre varios temas relacionados con la soberania alimentaria en Guatemala



La Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala – REDSAG-, en el marco de su Asamblea Nacional Ordinaria, ante la opinión pública nacional e internacional hace saber:
Que se han dado cita las más de 44 organizaciones campesinas, indígenas, de mujeres y sociales en general, provenientes de las cinco regiones del país, quienes en esta asamblea fijan su posicionamiento político en vista que se nos viene un año electoral, y en el marco de un estado de sitio en el departamento de Alta Verapaz, donde nuestras hermanas y hermanos han sido desalojadas de su tierras con el objetivo de sembrar caña de azúcar, palma africana, extraer petróleo, instalación minera e hidroeléctricas, proyectos que han sumido a este rico país en un recipiente de ayudas alimentarias, como el programa “Alimentando el Futuro” promovido por los Estados Unidos, como el programa “Mecanismo Alimentario” promovido por la Unión Europea, que no es más que un relanzamiento de la desastrosa Revolución Verde, que busca el saqueo de todos los recursos posibles en países como el nuestro, país que es centro y origen de especies, de cuidado amigable de los elementos naturales y en armonía con la madre tierra.
La REDSAG
  • Asume la definición de Soberanía Alimentaria que los pueblos del mundo han construido; entendiendo que es el derecho a decidir que tienen los pueblos sobre la forma de producir, qué producir, cuándo producir, derecho que incide directamente en todos los modos de producción, del origen de los alimentos, de su consumo, que exige la calidad nutricional, protección a la naturaleza, relación de igualdad entre todos los seres vivientes en esta tierra, respeto a la autodeterminación de los pueblos, rescate de los conocimientos locales y ancestrales, el acceso a la tierra, a las semillas, al agua, que se centra en la producción familiar, en la descentralización de la economía a través de mercados locales, que promueve la equidad de género, reconociendo la participación fundamental de las mujeres a lo largo de la historia, entre otras formas.
  • Aclara que la Soberanía Alimentaria se diferencia abismalmente de la Seguridad Alimentaria, porque esta se centra en la disponibilidad de alimentos y en la ayuda alimentaria, mientras que la Soberanía Alimentaria cuestiona los modos de producción y el origen de los mismos.
  • Informa a la opinión pública que las luchas de los pueblos y sus organizaciones campesinas, indígenas, de mujeres y sociales en general hermanadas en esta red, van dándose en todo momento en la construcción de la Soberanía Alimentaria, indistintamente de este año electoral y de los próximos.
  • Mantiene una alerta permanente ante las amenazas que representa éste estado guatemalteco para los pueblos campesinos e indígenas, como el estado de sitio en el departamento de Alta Verapaz, los megaproyectos, las inversiones petroleras, mineras, cementeras, hidroeléctricas, entre otras.
  • Denuncia que los partidos políticos actuales manifiestan, y manifestarán en este año electoral, un total irrespeto a los elementos naturales que son fundamentales para la existencia humana, como el agua, el territorio, las semillas nativas, que ese irrespeto de los partidos políticos es una violación a los derechos humanos, y se encamina a mantener el Estado neoliberal que no ha resuelto en ningún momento los problemas de los pueblos guatemaltecos.

  • Manifiesta la falta de opciones políticas reales, que respondan a las necesidades de las mayorías, como la crisis alimentaria, la crisis climática, la crisis agraria, la crisis de seguridad en todos los sentidos, entre otras. Por lo que rechazamos las propuestas que emanan de los partidos políticos actuales, que se encaminan a mantener el actual modelo económico, así como a profundizar el neoliberalismo y el saqueo de las riquezas de los pueblos.
  • Denuncia que este modelo económico es el causante de la hambruna, la pobreza, los problemas agrarios, el saqueo de todo tipo de recursos y riquezas en el país. Este modelo sólo favorece a intereses económicos de una minoría de familias oligarcas, que es contrario a los pueblos y sus intereses, que este modelo económico se impone por la fuerza y con lujo de violencia contra las comunidades campesinas e indígenas.
  • Culpa al Estado guatemalteco y al actual gobierno de las múltiples violaciones sexuales contra mujeres en el país y más gravemente las violaciones que suceden actualmente en el departamento de Alta Verapaz, bajo el amparo de un estado de sitio.
  • Denuncia la criminalización de los defensores de derechos humanos, las luchas sociales en defensa del territorio, de los derechos colectivos, la persecución de lideresas y líderes comunitarios, la militarización en las comunidades, por lo que responsabilizamos al Estado y actual gobierno guatemalteco por cualquier acto que atente contra la vida.
  • Respalda las luchas por la defensa del territorio de los pueblos indígenas y campesinos, que se suma a las mismas luchas y reivindica la construcción de una soberanía nacional a partir de la Soberanía Alimentaria de todos los pueblos que habitan Guatemala.

Por la defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala, resistencia, organización, articulación y lucha.

Ixim ulew, Oxlajuj kej
Ciudad Guatemala, 28 de enero de 2011.

Seguridad alimentaria. Señales poco esperanzadoras

Estimados amigos de IDR

Las noticias de los principales medios estan hablando de la falta de granos basicos en los proximos meses y el aumento de precios. Segun el informe de la FAO (http://www.fao.org.gt/) sobre precios y reservas de granos, los precios de maiz reportados para enero estan registrando los maximos historicos de los ultimos 4 años. Para enero del 2010, el precio de maiz blanco fue de Q112 y para este año 2011 el precio cerró en Q139.

Para la misma zona analizada, la gente contaba hace un año (enero 2010) con 5.9 quintales de maiz. Para este año, la gente cuenta solamente con 1.5 quintales de reserva. Este dato es crucial porque evidencia la alta inseguridad alimentaria de la poblacion.

Esta situacion es el resultado inmediato de una situacion climatica desfavorable en el período del último ciclo de cosechas pero en el largo plazo, es el resultado de 21 años de politicas de reducción de la institucionalidad vinculada al sector productivo campesino. Desde 1989 se inició un ajuste a todas las instituciones del estado, las cuales terminaron por cerrar departamentos completos vinculados a la extension agricola en el pais. Ahora, el Ministerio de Agricultura esta abriendo oficinas de extension, actualmente en 90 municipios; sin embargo, son 333 municipios los que necesitan atencion y el esfuerzo ademas de apereturar oficinas conlleva asegurar procesos que requieren inversiones financieras que no estan llegando. El esfuerzo tiene que ser demasiado grande para aliviar la erosión de suelos, de semillas, de capacidad tecnica en todo el sector rural del pais.

Asi las cosas, la seguridad alimentaria esta en alto riesgo y los esfuerzos por enfrentar este problema no se miran alentadores.

lunes, 24 de enero de 2011

Microfinanzas en Guatemala

Instituto para el desarrollo rural
Oferta Servicios Financieros Rurales en Guatemala
Un resumen
Por Carlos González
Equipo Técnico IDR
Instituto para el desarrollo rural
Noviembre de 2010
Oferta de Servicios Financieros Rurales en Guatemala

La oferta de crédito y de servicios financieros a la población rural de los países en desarrollo en general se ha mostrado como una tarea muy difícil de realizar. Los errores del pasado, cometidos por la banca de desarrollo y su consecuente cierre, llevaron a una disminución considerable de la oferta de crédito para el sector.
Si bien en años recientes ha habido una evolución en las estrategias de desarrollo agrícola y rural, ésta representa un cambio fuerte de un esquema de políticas intervencionistas orientadas a la oferta, hacia un esquema más liberal orientado al mercado. La liberalización del sector financiero incluye la eliminación de las políticas de tasas de interés reguladas y programas de crédito dirigidos, así como la reestructuración o liquidación de los bancos estatales de desarrollo agrícola.
Estos cambios deberían inducir hacia un sistema financiero rural sostenible; sin embargo, inicialmente han llevado a una disminución de la oferta formal de crédito rural y agrícola. La mayor parte de los bancos no cuentan con una red de sucursales a nivel rural y tampoco cuentan con experiencia en el crédito rural para atender a los pequeños productores. Como resultado de ello mucha gente en el área rural continúa dependiendo de fuentes informales de financiamiento.
La falta de una intermediación financiera impide el desarrollo y obstaculiza los esfuerzos de reducción de la pobreza rural. Sin embargo, ya se han dado algunas iniciativas para proveer de servicios de crédito a micro, pequeños y medianos empresarios rurales, especialmente de parte de los bancos de desarrollo reestructurados, las cooperativas de ahorro y crédito (CAC) y de las organizaciones privadas de desarrollo financieras (OPDF). Estas últimas han ganado mayor experiencia en la atención de clientes rurales, tratando de transferir tecnologías microcrediticias utilizadas en áreas urbanas al área rural. Pero aún habiendo extendido su actividad hacia el área rural, todavía su atención a los productores agrícolas es muy limitada. No se debe olvidar que el desarrollo del mercado financiero rural incluye la oferta de ambos: crédito agrícola y no agrícola, así como facilidades para otros productos microfinancieros.
Contexto Nacional de los Intermediarios de Servicios Micro-Financieros

El número y alcance de instituciones que ofrecen servicios financieros al sector de la micro, pequeña y mediana empresa ha crecido significativamente en los últimos diez años. A diciembre 2005[1], se reportan datos de 21 OPDF´s[2], 12 Cooperativas de Ahorro y Crédito y 2 Bancos Comerciales, atendiendo al mercado urbano y rural con carteras de créditos de Q655 millones Q1,042 millones y Q1,384 millones respectivamente, sumando una cartera total de microcréditos de Q3,081 millones distribuida entre 268,134 clientes activos.

Como se puede ver, la oferta de servicios microfinancieros y sobre todo de microcrédito está experimentando avances importantes que pueden redundar en el fortalecimiento y expansión de este mercado en el mediano y corto plazo.

Partiendo de que las OPDF´s reportan que el 70% de su cartera equivalente a Q458.5 millones, se concentra en el área rural, se puede deducir que solamente un 15% de los Q3,081 millones está dirigido al área rural lo cual indica que la prestación de servicios de crédito para esta población siguen siendo mínimos.

Por otro lado, la distribución geográfica, tanto urbana como rural de los créditos, muestra una alta concentración en el departamento de Guatemala que absorbe el 48% de los mismos, seguida por Quiché con 8%, Totonicapán con 5% y Huehuetenango con el 4%[3]. Por lo tanto, podemos concluir que la concentración del crédito también se presenta en el área urbana.

En relación con el acceso al crédito de las MiPyME´s, estudios y encuestas realizados en el 2000 revelan que este servicio fue restringido, al punto que el 80.4% de los encuestados manifestó no haber recibido apoyo crediticio, y el 14.7% recibió un solo crédito[4]. Otro estudio efectuado por IDC/USAID (2001), muestra que solamente un 15% de los empresarios había recibido crédito. De este porcentaje un 53% recibió préstamos de bancos y ONG´s. Esta información indica que de las 800,000 micro y pequeñas empresas identificadas, tanto del área urbana como rural, aproximadamente 600,000 (75% como mínimo), no tienen acceso al crédito. Esta situación creemos no ha variado sustancialmente a la fecha.

El limitado acceso de los pequeños empresarios al crédito institucional parece no deberse a la falta de recursos financieros, pues hay organizaciones como las CAC´s[5] y los bancos que tienen sobre liquidez, ni tampoco a la falta de demanda sino más bien, a la baja capacidad de los oferentes para hacer llegar estos recursos a las micro y pequeñas empresas y, especialmente de áreas rurales.

Las OPDF´s, principales proveedoras de crédito a la micro y pequeña empresa urbana y rural, han desarrollado tecnologías específicas para llegar con servicios de crédito a este sector, sin embargo el volumen de operaciones alcanzado es bajo considerando que muchas de estas entidades tienen más de 15 años de operación; esto se debe sobre todo a debilidades técnicas, administrativas, de no adecuación de sus productos a las necesidades de los empresarios y financieras que obviamente limitan su potencial de crecimiento.

Por su parte, el sistema bancario constituye una importante red oferente de servicios financieros tanto a nivel urbano como rural, sin embargo a la fecha solamente cuatro bancos han iniciado operaciones de financiamiento a la microempresa, quedando “sub-utilizada” una importante capacidad instalada para atender a una amplia proporción de la demanda de servicios financieros, existentes en Guatemala. Esta escasa participación del sistema bancario en el financiamiento a la MIPyME puede explicarse por el desconocimiento del sector, los costos elevados que implica el desarrollo de tecnologías adecuadas al sector, el supuesto riesgo que conlleva el sector, las normas de crédito que consideran las garantías como el elemento fundamental del crédito y la estructuración del crédito que no responde a las características de los ciclos productivos de los empresarios sobre todo rurales, entre otras.

Asimismo, hay que mencionar que frente al riesgo que implica sobre todo la actividad agropecuaria, en el país solo muy recientemente se está tocando el tema del Seguro Agropecuario como un producto complementario al crédito agropecuario. A partir del 2005 el Ministerio de Agricultura a través del Programa Guate Invierte pretende facilitar el acceso al crédito de los pequeños y medianos productores rurales mediante la creación de un fondo de garantía que respaldará las operaciones de los intermediarios financieros, sin embargo, parece ser que nuevamente este programa de apoyo beneficiará a productores más fuertes y no a los pequeños productores agropecuarios rurales.

Lo anterior muestra que los oferentes de crédito rural enfrentan desafíos distintos, que están relacionados a la naturaleza propia de los empresarios rurales que están fuertemente vinculados a la producción agropecuaria (de alto riesgo) y que además deben enfocarse hacia la sostenibilidad financiera institucional, por lo que para incursionar en el crédito rural con sus riesgos inherentes, será necesario que introduzcan ciertos mecanismos que les permitan atender la demanda de los productores rurales sin asumir riesgos demasiado elevados.

Características y Actividades Económicas de la población rural en Guatemala


El censo del Instituto Nacional de Estadística durante 2002, señala que la población rural[6] está compuesta por unos seis millones, lo cual representa el 54% de la población total (INE, 2002).

Por su parte, los resultados del último informe de Desarrollo Humano y Ruralidad de Guatemala (PNUD, 2004) permiten destacar los siguientes aspectos que caracterizan la población guatemalteca:

i.              El país continúa siendo rural, aunque la proporción se redujo, entre 1994 y 2002, en parte por una especificación más detallada del concepto de población rural;
ii.             Hay una brecha significativa entre el desarrollo humano de la población rural (índice de 0.610 en 2003) y la población urbana (índice de 0.747);
iii.            La agricultura ha perdido importancia dentro de la economía nacional, siendo desplazada por la actividad comercial. La generación de empleo del sector agrícola se redujo de 74.3% en 1994 a 70.5% en 2002;
iv.           La alta concentración de la tierra se redujo muy levemente entre 1979, y 2003, cuando se realizó el último informe de desarrollo humano que analiza el tema. En particular, el coeficiente de Gini de la propiedad de la tierra pasó de 0.814 en 1979 a 0.785 en 2003;
v.            La composición de las exportaciones, ha sufrido cambios, por ejemplo en 2003 los artículos de vestuario constituyeron el principal rubro de exportaciones, superando las exportaciones tradicionales;

En relación a las actividades económicas de la población rural, la actividad agrícola sigue siendo relevante. El 70.5% de la población total permanece vinculada a la actividad agrícola. Cerca de 40% de la Población Económicamente Activa –PEA– se desempeña en el sector agrícola, el cual genera un poco más de 23% del PIB. El mismo Informe de Desarrollo Humano y Ruralidad, muestra que los principales usos que se dan a la tierra en el área rural son: cultivos anuales (38%), pastos (23.9%), cultivos permanentes (16.7%) y bosques (16.2%).

De acuerdo a los resultados de diferentes encuestas nacionales (INE, 1999 y  –ENCOVI-, INE 2000), la PEA se compone de unos 4.0 millones de personas, en donde el desempleo abierto (basado en horas trabajadas) no es significativo, pero el subempleo (menor de 40 horas trabajadas y con personas en búsqueda de trabajo) afecta alrededor de un tercio de la PEA. Esta situación se presenta de manera más drástica en el área rural en donde se ubica el 77% de los trabajadores no remunerados del país y el 70% de las personas dedicadas al trabajo doméstico (CNOC, 2002).

La economía de Guatemala se caracteriza por su dependencia de la agricultura la cual está vinculada a las  distorsiones en la distribución de la tierra y el ingreso. El 16% de la tierra es cultivada en un 88% por microproductores con un promedio de 1.5 ha, mientras que el 65% de la tierra es cultivada por el 2.5% de los productores.

La distribución porcentual de la PEA en los sectores económicos es: 52% agrícola, 15% servicios, 13% industrial y 10% comercio. Cerca del 50% de la PEA está representada por trabajadores por cuenta propia (33%) y trabajadores familiares no remunerados (14%).


[1] Boletín Financiero y Estadístico de Microfinanzas, 2005.Viceministerio de la MiPyME, Ministerio de Economía.
[2] OPDF´s: Organizaciones Privadas de Desarrollo Financieras
[3] Boletín Financiero y Estadístico de Microfinanzas, 2005.Viceministerio de la MiPyME, Ministerio de Economía.
[4] Propuesta de Política Nacional para el Fomento de la Competitividad del Sector de la MIPYME. Abril 2005.
[5] CAC´s: Cooperativas de Ahorro y Crédito
[6] El Censo define población urbana a: cabeceras departamentales y municipales, al Municipio de Guatemala, lugares con más de 2000 habitantes, alumbrado eléctrico y agua potable en los hogares.

viernes, 14 de enero de 2011

IDR y Water4 unen esfuerzos para llevar agua para todos

Proyecto IDR-WATER4 “agua para todos”
Guatemala, 12 de enero de 2011. Contacto: elmer@idr.org.gt
El Instituto para el Desarrollo Rural ha logrado asociarse a http://www.water4.org/ para trabajar en guatemala conjuntamente y apoyar a las comunidades mas desfavorecidas con facilitar proyectos de agua subterranea. A continuacion lo que hemos desarrollado para trabajar conjuntamente:
Mision
Por el medio mas eficiente posible, y creando un sistema sostenible, proveer a las familias rurales de escasos recursos, de un sistema para acceder a agua subterránea al costo mas bajo del mercado.
Uno de los objetivos estratégicos del IDR es la búsqueda de soluciones tecnológicas, institucionales, y sociales; para el problema de la falta de agua en las comunidades mas marginadas de Guatemala.
El IDR parte del principio que el agua en la naturaleza es abundante en Guatemala, desde la precipitación pluvial (300mm en los lugares mas secos hasta los 4,000mm anuales en los lugares mas lluviosos); los cursos fluviales y lacustres, hasta el agua almacenada en la capa freática. Esta abundancia debe mantenerse y esto se logrará si protegemos los ecosistemas que mantienen estos ciclos vitales.
El uso del agua por el ser humano atraviesa temas políticos, sociales, económicos y tecnológicos. El IDR ha centrado su atención a la búsqueda de tecnologías que permitan la captura de la fuente de agua, el almacenamiento, la distribución y también la organización para fines de manejo de este recurso.
El IDR ha contribuido ha desarrollar la tecnología del ferrocemento para el almacenamiento del agua, la cual permite acumular desde 5 hasta 100m3 a costos debajo de Q300 por m3 almacenado.
En conjunto con Water4, el IDR buscará aliados para proveer esta tecnología a todas las comunidades donde las condiciones así lo permitan.

Costos
En condiciones de “la Pinada”, donde el material encontrado hasta 45mts de profundidad es arena volcánica de diferentes dimensiones, los costos para un pozo de 30mts de profundidad[1] son los siguientes.

Tema
Costo en Q
Costo de depreciación del equipo
2,250
Mano de obra
13,000
Encamisado, bomba y sello para dejar el pozo trabajando
6,000
Costo de adminsitracion
2.500
Costo total del pozo
23,750
Costo por metro de profundidad
800



[1] En visitas realizadas al valle de Chimaltenango para conocer la situación de pozos artesanales, concluimos que la profundidad del manto freático esta a menos de 30mts de profundidad en época de estiaje y el costo de un pozo de 30 m, 84cm de diámetro, con encamisado de block es de Q30,000